Patentar la vida animal: el caso del oncorratón en canadá - Universidad de Harvard v. Canada

AutorCarmen Velayos Castelo
Páginas11-32
1. Lo que es el caso

El Tribunal Supremo de Canadá dictamina en 2002 que las formas superiores de vida, como un ratón, no son patentables pues ni son un "producto manufacturado" ni una "composición

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de materia" según el significado de invención de la Ley canadiense de Patentes. Por "producto manufacturado" se entendía un procedimiento mecánico no vivo. Como "compuesto de materia" concebían los ingredientes o sustancias combinadas por una persona. De ese modo, y según la ley canadiense, un huevo inyectado con oncogenes capaz de madurar y desarrollar un oncorratón, sí se considera una mezcla de ingredientes patentable. En cambio, el oncorratón no es considerado como tal.

Dicho recurso tiene que ver, pues, con un problema muy concreto: si la definición de invención del Acto de Patentes de Canadá incluye o no a las formas superiores de vida, en concreto a los oncorratones. No entra a discutir si es moral o no crear esos ratones, ni tampoco si el fin (la investigación del cáncer) que se persigue justifica tal creación. Ni siquiera tiene que ver el caso con la cuestión acerca de si es correcto patentar la vida animal, en cualquiera de sus formas. Sólo atañe a si las palabras "manufactura" y "composición de materia" en el contexto de la legislación vigente de Canadá, son lo suficientemente amplias como para incluir formas de vida animal. En suma, sólo se refiere a la ética de las patentes de la ley en cuestión.

A pesar de lo restringido del caso, su solución tiene implicaciones morales y jurídicas indirectas de largo alcance, como veremos.

2. Un poco de historia:
2.1. El oncorratón en Canadá
2.1.1. ¿Qué es un oncorratón?

Un oncorratón es un ratón fruto de la manipulación genética que desarrolla cáncer a las pocas semanas de nacer. Permite ser usado en pruebas sobre los efectos cancerígenos de fármacos y

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de sustancias químicas, ya que estos animales son más sensibles a los cancerígenos.

El proceso de creación consiste en inyectar un gen promotor del cáncer (oncogen) en huevos fertilizados de ratón lo más cerca de la fase unicelular. Después se implantan en un ratón hembra que pueda llevar el embarazo hasta el final. La razón por la que preferiblemente se inyecta el oncogen en el cigoto, es asegurar que éste afecte a todas las células del ratón que se desarrolla a partir del mismo. Cuando nacen las crías del ratón hembra, se verifica si poseen el oncogen. A los ratones que tienen todas sus células afectadas por el oncogen, se les denomina ratones "fundadores". Éstos son acoplados con otros ratones no manipulados genéticamente. Y de acuerdo con las leyes de la herencia de Mendel, el 50% de las crías desarrollarán el cáncer en sus células, con lo que podrán ser objetos de investigación sobre el carcinoma.

2.1.2. ¿Qué es una patente?

Según el Acto de Patentes canadiense, "una patente protege una invención. Cuando se concede una patente a una invención, el dueño de la patente adquiere el >".

La protección proporcionada por una patente es decisiva para evitar que, ya en el mercado, otros puedan copiar el invento y competir con el inventor original sin tener que haber realizado la investigación inicial ni la inversión conducente a la misma. De tal modo que, de acuerdo con el Acto de Patentes canadiense, las patentes tienen como objeto el desarrollo de las invenciones de un modo que beneficie tanto a los inventores como al público en general.

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La sección 91(22) del Acto Constitucional canadiense asignaba al Parlamento competencia legislativa en relación con las "patentes de invención y descubrimiento". Dos años después, éste definía el sujeto de material patentable del modo siguiente: "Cualquier persona ... que haya inventado o descubierto cualquier arte, máquina, manufactura o composición de material nuevo y útil, o cualquier mejora nueva y útil en un arte, máquina, manufactura o composición de materia, ni conocida ni usada por otros con anterioridad a su invención o descubrimiento, y no estando ni en venta ni bajo uso público en ninguna de las provincias del Dominio con consentimiento o permiso del inventor o descubridor1.

2.1.3. La historia de la solicitud de la patente en Canadá

Pero nuestra historia empieza en realidad mucho más tarde. El 21 de Junio de 1985 se rellena, por parte de la Universidad de Harvard, la petición de patente 723 para una invención catalogada como "animal transgénico". El 24 de Marzo de 1993 el examinador de patentes rechazaba doce reivindicaciones (de la 1 a la 12) relativas a los animales transgénicos. La razón era que tales reivindicaciones quedaban fuera de la definición de invención de la sección segunda del Acto de Patentes. Sin embargo, concedía las reivindicaciones relativas al proceso (de la 13 a la 26). La Comisión de Patentes confirmaba la respuesta el 4 de agosto de 1995. Según ésta, el oncorratón no es una fabricación pues implica dos pasos: el primero donde interviene el ser humano (manufactura reproducible), y el segundo donde no, pues el embrión se desarrolla en el útero sin intervención humana.

Una vez aquí, se lleva el caso a la Corte Federal en 1998. Ésta tendría que valorar, del mismo modo que la Comisión de Patentes, si la definición de invención en la sección segunda del Acto de Patentes incluye o no las formas de vida superiores. Este no tiene ninguna cláusula restrictiva, permitiendo a la Universidad

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de Harvard una amplia gama de posibilidades de apelación. La contestación de la Corte tiene valor como precedente. Y considera que el caso está relacionado con la patentabilidad de formas de vida superiores, lo cual estaría más allá de su competencia. Por tanto, la Corte rechaza la apelación de la Universidad de Harvard a la respuesta anterior de la Comisión de Patentes.

Se tuvieron en cuenta varios criterios: un criterio aparentemente fallido era el del control del inventor sobre su invento. No parecía que nada salvo el oncogen estuviera bajo control del inventor. El segundo aspecto se refiere a la distinción entre la intervención humana y las leyes de la naturaleza en la creación del oncorratón. El juez estimó que el oncorratón supone la alianza entre la naturaleza y la intervención humana. Pero aunque el oncorratón no es un producto de la naturaleza, el resultado del proceso de gestación es infinitamente variable y desconocido en sus detalles -sentenció. Otro de los criterios era el de la reproducibilidad, que parecía ausente en el oncorratón al no poder ser reproducible a voluntad, como el oncogen. El cuarto criterio se refería a si podría establecerse una distinción entre formas de vida superiores e inferiores a efectos de patentabilidad. Desde su punto de vista, una forma de vida compleja no podía ser patentada a partir del significado de los términos relevantes en el Acto de Patentes.

Sin embargo, la apelación no tarda en producirse, esta vez ante la Corte Federal de Apelaciones de Canadá2. Ésta sentencia en 2000 que el oncorratón sí es patentable, pues es una "composición de materia" y la acepción amplia de este término ha sido adoptada en el Tribunal Supremo de Estados Unidos (caso Chakarabarty). Tanto el óvulo fertilizado como el producto final son composiciones de materia:

Concluyo que el oncorratón es una "composición de materia" nueva, útil y no-obvia. Por lo tanto, es una invención según el significado de invención de la sección segunda del Acto de Patentes.

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En el caso Charkrabarty supra, cuando en alusión al término "composición de materia" el juez Burger, alude a la mayoría de los cinco miembros, sostuvo en la página 197:

... "composición de materia " se ha construido en consistencia con el uso común para incluir "todas las composiciones de dos o más sustancias y... "todos los artículos compuestos de dos o más sustancias...3.

El último escalón, y por lo que a este trabajo afecta, es el del Tribunal Supremo del Canadá en Diciembre de 2002. La única cuestión en el recurso es si las expresiones "manufactura" y "composición de materia" en el contexto de la ley son lo suficientemente amplias como para incluir las formas de vida superiores.

Entre las razones a favor de la patentabilidad, se cifraban que la legislación canadiense y estadounidense eran similares y en USA se había patentado el oncorratón en 1988; que la definición de invención era muy amplia y permitía incluir a este animal; o que la distinción entre vida superior e inferior era arbitraria.

El recurso se estimó por cinco votos frente a cuatro. La mejor lectura de la ley de Patentes propone que las formas de vida superiores no pueden conceptualizarse como meras composiciones. La división entre formas de vida inferior y superior, aunque no esté definida en la ley, está presente en el sentido común. Se recomienda que el Parlamento realice un debate amplio sobre los problemas sociales y éticos de las patentes, cubriendo un vacío de la legislación.

2.1.4. La patente del oncorratón en USA

Si miramos a otros países y contextos culturales y jurídicos, conviene destacar en primer lugar la situación norteamericana, donde el oncorratón fue patentado en 1988.

Hasta 1980, la Oficina de Patentes de Estados Unidos había prohibido patentar organismos vivos. Se consideraba que éstos

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no podían ser considerados nunca como "inventos", sino como "productos de la naturaleza". Es famosa a este respecto la sentencia del Tribunal...

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