State intervention in the post-2001 territorial movements in Argentin

AutorMamblona, Carolina

Jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001: el "argentinazo"

La inflexion en la relacion de fuerzas en 1989-1990 sobre la base de la amenaza hiperinflacionaria, su consolidacion con la emergencia de un consenso en torno al programa neoconservador de salida de la crisis y la cristalizacion de este consenso en el apoyo a la 'estabilidad' a partir del lanzamiento de la convertibilidad en abril de 1991, posibilitaron la ofensiva del capital entre 1992 y 1995, que transformo radicalmente el modo de la acumulacion y su corazon: las formas concretas de explotacion de la fuerza de trabajo. A su vez, esta trasformacion de las formas de explotacion y de las condiciones de acumulacion de capital completo la coercion hiperinflacionaria con la amenaza del desempleo y la fragmentacion de la clase obrera, lo que indujo a la aceptacion de la ofensiva del capital en los lugares de trabajo. (PIVA, 2009, p.22).

Las medidas economicas implementadas por los gobiernos de Menen (1989-1999) y De la Rua (1999-2001) dejaran el saldo mas negativo para la clase trabajadora que se vera amenazada por la desocupacion y por la precarizacion mas alta desde que se implementara el modelo neoliberal introducido por la ultima dictadura civico-militar. (1976-1983)

Pero estos cambios no se produjeron sin resistencias, siendo la decada de los 90' anos de protestas muy significativas que tuvieron como protagonistas a jubilados y trabajadores estatales resistiendo a los despidos, privatizaciones y recortes en salud y educacion, asi como a estudiantes luchando contra el modelo privatista en las universidades y escuelas secundarias. Tambien formaran parte de estas luchas, el movimiento de derechos humanos, el movimiento anti-represivo y nuevas agrupaciones como HIJOS. (1) En ese contexto de disputa callejera, emergeran los movimientos de trabajadores desocupados, cuyas caracteristicas centrales seran: la accion directa a traves del corte de rutas para interrumpir la circulacion de la produccion; democracia interna, a traves de las asambleas, cabildos u otras formas colectivas de toma de decisiones; trabajo territorial implementando comedores, merenderos, huertas, proyectos productivos, para paliar la crisis y la implementacion de diversos planes sociales conquistados en la disputa con los distintos gobiernos.

Como corolario de una decada de luchas, coincidimos con Nicolas Inigo Carrera y Maria Celia Cotarelo (2002, 2006) cuando afirman que desde 1993 hasta 2002 se consolida un ciclo ascendente de la protesta social en nuestro pais, caracterizandolo como un proceso que se abrio con la pueblada de Santiago del Estero (Santiagazo 1993) y que se cierra luego de las jornadas de 2001. En este periodo las formas de organizacion van adquiriendo mayor sistematicidad dejando el escenario local--donde emergieron--para alcanzar sistematicidad y protagonismo a nivel nacional. Para estos autores las jornadas del 2001, que contienen todas las formas de lucha desplegadas en la etapa, se pueden caracterizar como una insurreccion espontanea que nuclea y moviliza a diversas capas sociales bajo la consigna "que se vayan todos", enfrentando asi al gobierno (De la Rua, 1999-2001) e impugnando a la clase dominante en general.

La magnitud de lo ocurrido en diciembre de 2001 es resultante de la simultaneidad y articulacion de las distintas acciones de los diferentes sujetos, hasta constituir uno nuevo. Se trata de un proceso que comienza con las movilizaciones convocadas por las centrales obreras y organizaciones de pequenos y medianos empresarios, continua en la huelga general, cortes de rutas, saqueos, manifestaciones y lucha callejera, ataques a edificios publicos, bancos y empresas privatizadas y cacerolazos, hasta culminar en el combate callejero en el centro politico del pais. (COTARELO; INIGO CARRERA, 2006, p. 88)

Se recogen diversas denominaciones para caracterizar a estas jornadas y procesos que desembocaron en diciembre de 2001, tales como: rebelion, jornadas revolucionarias, jornadas destituyentes, estallido, etc., siendo una de las denominaciones de mayor consenso y que se enlaza con la historia de lucha de la clase obrera de los 70' (Cordobazo, Rosariazo, etc), la de entenderlas como "argentinazo".

Coincidimos con los mencionados autores en que se trato de una insurreccion espontanea (2), dado que las dos condiciones necesarias para identificarla como insurreccion consciente no estuvieron desarrolladas. Estas son, que no solo exista disposicion a la lucha por derribar el poder politico de la clase dominante, sino que tambien actue una o un conjunto de organizaciones politicas en unidad preparadas (teorica-practicamente) para dirigir a las masas populares. En tanto el componente de clase media presente en la rebelion, no busco prolongar un estado cuasi anarquico por tiempo indeterminado, sino que impugnaban a la clase politica pero querian reconstituir rapidamente acciones democraticas, estatizantes, aunque con tintes antiimperialistas, pero propios de la emancipacion politica. Las clases medias organizados en las asambleas barriales de las principales ciudades y ahorristas cuyos fondos fueron confiscados, tambien coexistieron con otros sectores clasistas cuyo horizonte era construir un "cambio social" de raiz.

Aun sin haber producido un cambio politico sustancial, la importancia de estas jornadas de diciembre de 2001 (3)--siendo un hito alto de la lucha de clases--radica en la experiencia concreta de tensionar al poder politico dominante hasta el punto de lograr la renuncia de cinco presidentes en el lapso de una semana. En simultaneo se experimento como aprendizaje colectivo, la falta de organizacion y centralizacion de los sectores subalternos, dando lugar a practicas espontaneistas de matriz autonomista, (4) e intervenciones politicas orientadas por un anticapitalismo romantico que si bien apuntaba a "que se vayan todos", no lograba anticipar la reaccion y reconfiguracion de las clases dominantes.

Durante el corto mandato de Duhalde en la presidencia de la Nacion (enero de 2002 a mayo de 2003), la criminalizacion de los movimientos sociales se convierte en un complemento imprescindible del clientelismo politico. Su estrategia de recomposicion de la gobernabilidad, comprende la agudizacion de la concentracion economica en manos de los sectores financieros, junto a una drastica perdida del poder adquisitivo y el avance de la pobreza estructural dejando a millones de familias en la pobreza e indigencia. El indice de desocupacion pasa a ser el mas alto de la etapa, siendo en octubre de 2001 del 18.3%, llega al 21.5% en mayo de 2002 y entre el 23 y 24% durante algunos meses criticos del ano 2003 (5).

El uso clientelar de la asistencia estatal por parte del aparato politico del Partido Justicialista se transformo en el principal mecanismo de control social, profundizando la dependencia a las estructuras del Estado y consolidando el agravamiento de las condiciones de vida aunque paradojalmente sea el momento de "engorde" (6) de las organizaciones segun la expresion de Svampa (2008).

En estas condiciones se llega a las Jornadas del 26 de junio de 2002 en Puente Pueyrredon (Avellaneda). Para todos los movimientos de trabajadores desocupados dicha jornada, tenia una importancia especial. Se habia logrado reunir al conjunto de organizaciones que por entonces conformaban el heterogeneo movimiento "piquetero", reclamando: pago de los planes de empleo, que hacia meses se habian dejado de percibir; aumento de los subsidios de 150 a 300 pesos; implementacion de un plan alimentario bajo gestion de los propios desocupados; insumos para las escuelas y los centros de salud de los barrios; desprocesamiento de los luchadores sociales y el fin de la represion.

La protesta de mas de tres mil manifestantes en el Puente Pueyrredon (7) fue cercada por un operativo represivo que reunio a mas de 400 efectivos de las tres fuerzas federales (Gendarmeria, Prefectura y Policia Federal) junto a la Policia Bonaerense, inaugurando una actuacion conjunta.

El resultado fue tragico, la muerte de dos militantes "piqueteros", Dario Santillan y Maximiliano Kosteki, junto a un centenar de heridos, muchos de gravedad y con balas de plomo. Esto implico el adelantamiento de las elecciones para lograr una salida que permitiera la gobernabilidad.

El 3 de julio de 2002, se realizo una marcha multitudinaria en repudio a la denominada "Masacre de Avellaneda", donde diversos...

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