History in the anteroom. The figure and functions of the intellectual in the discussions between Siegfried Kracauer and Theodor W. Adorno/La historia en la antesala. Figura y funciones del intelectual en las discusiones entre Siegfried Kracauer y Theodor W. Adorno/ A historia na antessala. Figura e funcoes do intelectual nas discussoes entre Siegfried Kracauer e Theodor W. Adorno.

AutorVedda, Miguel
CargoDiscusion

En una carta a Adorno del 1 de abril de 1964, en la que le comenta al amigo de juventud la reciente aparicion de un articulo de Joachim Gunther sobre la compilacion de ensayos El ornamento de la masa, aparece la siguiente observacion de Kracauer: "Es interesante que los jovenes criticos evoquen una y otra vez la afinidad existente entre tu, yo, Benjamin y Bloch. Para ellos conformamos un grupo que se distingue del fondo de la epoca" (ADORNO; KRACAUER, 2008, p. 658-659). Receloso ante el modo en que Gunther presenta, ante el publico lector aleman, su obra ensayistica de los anos veinte y treinta, Kracauer comenta: "Encuentro interesante y extrano percatarme del aspecto que nosotros, que nos conocemos internamente, mostramos hacia afuera" (ADORNO; KRACAUER, 2008, p. 659). Para un autor preocupado, mas alla de su proverbial retraimiento, en rastrear el modo en que estaba siendo interpretada y difundida, en la Alemania de la segunda postguerra, su propia imagen en cuanto intelectual, la estrategia descubierta en Gunther y en otros criticos jovenes--que no habian podido conocer de primera mano el milieu intelectual de la Republica de Weimar y de los primeros anos del nazismo--debia de encerrar, a la vez, un beneficio y un riesgo. Por un lado, la aproximacion a los pensadores mencionados no podia menos que representar una conveniente carta de presentacion para un autor que, en Alemania, habia caido en un relativo olvido durante los anos del exilio; por otro, la congregacion de los distintos autores en un grupo tenia que despertar, en un individualista tan radical como Kracauer, el temor ante una perniciosa homologacion de las diferentes perspectivas. Es, sobre esta base, comprensible que en sus escritos tardios aparezcan frecuentes tentativas para definir sus propias posiciones a partir de una delimitacion respecto de las que sostenian Adorno, Benjamin o Bloch.

El hecho de que, sobre todo, le haya interesado a Kracauer poner en claro sus acuerdos y discrepancias con Adorno es en si explicable: en parte, porque existia entre ambos una relacion personal mas prolongada e intensa que la que el autor de Los empleados habia mantenido con los otros dos pensadores; pero sobre todo por la posicion que Adorno venia ocupando, en la opinion publica alemana, desde comienzos de los anos sesenta. La intensa actividad academica, la aparicion de sus libros en grandes tiradas, las frecuentes intervenciones en la prensa y la radio, le habian granjeado al filosofo frankfurtiano un exito comparable, en algun punto, con aquel que habia alcanzado Kracauer en su epoca de escritor y redactor en el suplemento cultural de la FrankfurterZeitung. Favorecido por primera vez por una posicion de autoridad tal, Adorno asumio, durante su ultima decada de vida, el papel de mediador entre los lectores alemanes y la obra de autores biografica e intelectualmente proximos a el. Testimonio de ello lo ofrecen las conferencias, ensayos y charlas radiofonicas en los que Adorno se aboco a la tarea de trazar siluetas de los pensadores mencionados en la carta antes citada de Kracauer; podriamos mencionar como ejemplos, en el caso de Bloch, los articulos "Rastros, de Bloch" (1960) "Asa, jarra y ex periencia temprana" (1965); en el de Benjamin, "Caracterizacion de Walter Benjamin" (1950), "Introduccion a los Escritos de Benjamin" (1955) o "El Benjamin epistolar" (1966). En todos estos casos, Adorno cumplio la valiosa funcion de despertar o reavivar el interes por estos pensadores, pero tambien ayudo a consolidar--sobre todo en el caso de Benjamin--una imagen agudamente sesgada, en la que descollaban con nitidez aquellos rasgos de las figuras retratadas que revelaban mayores semejanzas con los puntos de vista filosoficos y politicos del Instituto de Investigacion Social, en tanto los trazos divergentes eran, en cambio, relegados a un segundo plano, o atacados con dureza. Los articulos de Helmut Heissenbuttel y Werner Kraft, y aun mas la polemica desarrollada, en la segunda mitad de los anos sesenta, en la revista Alternative en torno a la (discutida) apropiacion adorniana del legado de Benjamin, revelan, al margen de sus notorias debilidades, hasta que punto podia ser experimentado ese brusco recorte como un acto de violencia.

En el caso de Kracauer, se advierte con especial claridad el doble rostro de la estrategia de Adorno; es innegable que este ha cumplido una funcion capital en la edicion (o reedicion) alemana de las obras de Kracauer --comenzando por la ya clasica compilacion de ensayos El ornamento de la masa (1964)--, y que con su conferencia "El curioso realista. Sobre Siegfried Kracauer" (1964) ayudo a reinstalar la figura de Kracauer. Pero este no podia dejar de ver, en la silueta trazada por su amigo, una imagen en la que solo con dificultad y a disgusto podia reconocerse a si mismo. En efecto, en "El curioso realista" se ponen de relieve algunos de los rasgos mas idiosincrasicos de Kracauer como escritor y pensador, se encarece su saludable escepticismo ante los sistemas totalizadores y, en general, la tradicion filosofica idealista, y se ponderan sus principales logros--la novela Ginster, el estudio sobre Los empleados. Pero este reconocimiento tiene como contracara una critica que insinua mucho mas de lo que explicita, pero que en...

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