Fundamentos políticos y tipología de los presupuestos participativos

AutorVicente Barragán - Rafael Romero - José M. Sanz
CargoProfessor na Universidade de Sevilha ? Espanha
Páginas31-64

Page 31

Ver Nota1234

1. Fundamentos políticos de los presupuestos participativos

La democracia en la actualidad disfruta de un auge histórico nunca antes conocido, se ha instalado como modelo hegemónico no sólo en occidente, sino en casi todo el planeta. A mediado de los años 70 sólo un tercio de los estados podían considerarse democráticos; hoy en día son dos tercios los que pueden considerarse democracias. Sin embargo, las características de cada uno de estos regímenes democráticos, lo que dicen o lo que hacen, es radicalmente diferente.

En el campo de la teoría política se han definido un consenso de mínimos respecto de las características que ha de cumplir un sistema político para ser considerado como

Page 32

democrático. Como exponente de este consenso podríamos atener a la definición formal de Norberto Bobbio5, quien identifica estos componentes:

• Elecciones libres en las que el voto de todos los ciudadanos tiene el mismo valor.

• Sufragio universal.

• Gobierno producto de una mayoría salida de las votaciones.

• Libertades políticas:

o derecho a oponerse al gobierno y a presentarse a elecciones, o derecho a formar asociaciones,

o libertad de pensamiento, información y expresión en todos los asuntos públicos.

A pesar de la mayor o menor adecuación de las democracias existentes a estas características, lo cierto es que la Democracia se ha convertido en el principio fundamental de legitimación política. De hecho, sólo existen en el mundo cuatro estados que no se autodenomina democracias, estos son: Ciudad del Vaticano, Arabia Saudita, Myanmar y Brunéi. Sin embargo, en aquellas que consideramos como democracias estables y arraigadas, las de Europa occidental, Japón y EE.UU, desde hace algún tiempo se está produciendo una creciente insatisfacción pública con la política y con los representantes políticos. Esto se traduce en un descrédito de las instituciones y en el descenso de participación electoral6.

El barómetro sobre la calidad de la democrática en España, año 2010, elaborado por el IESA-CSIC, concluye que la visión de la democracia expresada por la población difiere bastante de las aportaciones teóricas anteriormente apuntadas. Según este informe, las características con que la gente identifica la democracia son, de mayor a menor importancia, las siguientes7:

  1. Pleno empleo.

  2. Pocas diferencias de riqueza.

  3. Información sobre los asuntos importantes.

  4. Libertades políticas.

En contraste con la definición formalista de Bobbio, la población tiene una concepción de la democracia que va más allá del mero procedimiento. Incorporando valores y resultados como elementos definitorios de la noción de democracia.

Page 33

A estas diferencias expuestas, hay que añadir, el amplio descontento respecto a la actuación de los partidos políticos, y de lo que se ha dado en llamar la democracia de partidos, consagrada como base de nuestro sistema político8. Una muestra de este descontento general, queda recogido en el Barómetro Global de la corrupción 2007, elaborado por la ONG Transparency International: los partidos políticos son la institución más corrupta, en opinión de la ciudadanía española, con una valoración de 3,9 sobre un máximo de 5, para más del 60% de los encuestados.

No obstante, pensamos que no se puede hablar de una deslegitimación de la idea de democracia entre la ciudadanía; sino, más bien, de insatisfacción con respecto a su funcionamiento y sus resultados. Existe una gran distancia entre las expectativas y las experiencias que la población tiene con respecto a la democracia y a su actualización en el modelo liberal existente.

1. 1 Teorías Sobre la Democracia

En la lucha entre las diferentes posturas teóricas por definir su contenido, destaca la discusión por determinar si la idea de democracia implica alguna forma de poder popular. Para las distintas corrientes, la democracia puede hacer referencia a una forma de vida en la que los ciudadanos participan en su autogobierno; puede referirse a un método en el que la ciudadanía participa de alguna manera en la toma de decisiones; o puede entenderse únicamente como modo de legitimar las decisiones de los elegidos para ejercer el poder.

Siguiendo estas diferencias, David Held establece que los modelos de democracia pueden dividirse en dos tipo generales:

• Un primer tipo denominado Democracia Liberal o Representativa, caracterizadas por ser un sistema de gobierno formado por cargos electos que asumen la representación de los intereses de los ciudadanos en el marco del imperio de la ley. Giovanni Sartori lo define como un sistema político en que el pueblo ejerce el poder hasta el punto en que tiene facultad para cambiar a sus gobernantes, pero no hasta el punto de gobernarse a si mismo9.

• El segundo tipo lo representa la Democracia Directa o Participativa, esta se define como un sistema de toma de decisiones para las cuestiones publicas en el que los ciudadanos participan directamente.

Para la actual discusión sobre el alcance y los limites de la democracia en el mundo, tenemos que centrarnos en una serie de teorías desarrolladas durante la segunda mitad del siglo XX. Todas estas teorías están referidas a sociedades capitalistas, industriales y en el marco del estado nación.

Page 34

1. 2 Democracia Representativa y Elitismo Competitivo

Esta corriente surge en conexión con la teoría liberal, y servirá de sustento teórico de los sistemas democráticos de estados de bienestar occidentales de posguerra. Se presenta como una teoría realista, identificando la forma de democracia existente con el ideal de democracia. Es una línea teórica fuertemente orientada hacia la legitimación del estus quo y la búsqueda de la estabilidad institucional.

Las teorías elitistas plantean la democracia como un método para obtener decisiones políticas que aseguren la eficiencia de la administración y de la economía, y que a la vez sea sensible a la opinión publica. Según Schumpeter la democracia es un método; es decir, un arreglo institucional para llegar a decisiones políticas, legislativas y administrativas, confiriendo a ciertos individuos el poder de decidir en todos los asuntos como consecuencia de su éxito en el sistema electoral. Estas ideas quedan recogidas en los dos autores principales de esta corriente elitista: Shumpeter con "Capitalismo, socialismo y democracia” (1942), y Frederic Hayek, que con su obra "Camino de servidumbre" (1944) inaugura el pensamiento neoliberal.

La idea neoliberal o neoconservadora de la democracia, pasará a ser la dominante desde principio de los años 80, con la extensión de la globalización y el debilitamiento de la URSS. Difiere de la línea original al abandonar el compromiso que la teoría elitista mantenía con el Estado como mecanismo central para la regulación de la económica y de la sociedad, y otorga este papel al mercado.

  1. Los fines de la democracia en la teoría elitista

    En opinión de Schumpeter, la democracia puede servir a una gran variedad de fines, pero es importante no confundir estos fines con la democracia misma. Para esta corriente es la forma de tomar decisiones lo que es democrático, no el contenido de esas decisiones.

    La búsqueda de fines sociales como la igualdad y la justicia social quedan al margen de la política democrática. En su versión neoliberal, Hayek considera que el Estado debe abandonar toda función redistributiva; el Estado va más allá de sus límites cuando se propone como instrumento para promover la igualdad, y obliga a unos a ayudar a los otros. Para esta visión, las cuestiones que incumben a las desigualdades económicas, sociales, de género o de raza son consideradas asuntos privados y fuera del ámbito de la política. Para Hayek, la democracia no es un fin en si mismo, sino un mecanismo, un instrumento útil para salvaguardar el fin social más elevado que no es otro que la libertad del individuo dentro del mercado.

  2. Democracia y capitalismo en la teoría elitista

    La teoría de la democracia elitista implica una economía capitalista con escaso control político. El papel regulador del Estado sobre los mercados debe quedar en manos de funcionarios de carrera, técnicos expertos que actúen con independencia de los gobiernos. En la versión neoliberal, el Estado debe abstenerse por completo de

    Page 35

    intervenir en la economía, su única función es la de mantener las condiciones para la libertad de mercado. El buen funcionamiento del sistema económico necesita quedar al margen de la discusión política.

  3. La participación en la teoría elitista

    La participación de la ciudadanía en la política debe limitarse a la elección de representantes. La forma de legitimación de un sistema político viene únicamente dada por la existencia de elecciones. Para estos autores el sistema representativo y el sistema de partidos son en si la Democracia.

    De esta forma, la ciudadanía queda dividida entre una élite que posee capacidad, conocimiento y compromiso con los asuntos públicos; y una gran masa de población, carente de conocimiento y de interés por lo político.

    Asimismo, desde esta perspectiva se entiende la lucha política como un sistema de mercado, un terreno de prueba para los líderes potenciales, en el se elimina a los débiles y se eleva al poder a los más competentes mediante los votos. Las elecciones no tratan sobre programas o ideas, las elecciones sirven para medir la...

Para continuar a ler

PEÇA SUA AVALIAÇÃO

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT